Colección: Higiene Íntima

HIGIENE ÍNTIMA: MANTIENER LIMPIA LA ZONA GENITAL Y PREVENIR ENFERMEDADES

Con una higiene íntima diaria de la zona genital limpia y bien cuidada nos hace sentir completamente cómodos y atractivos.

¿COMO HACER LA HIGINE ÍNTIMA MÁS ADECUADA?

Sin embargo, de producirse una inflamación, irritación o infección debido a un cuidado inadecuado o a un afeitado descuidado, la sensación de bienestar se termina pronto. Entonces nos sentimos incómodos, tenemos dolor durante las relaciones íntimas o sentimos un desapacible picor. Mas no te preocupes: agua templada, una loción sensible y unos sencillos consejos acostumbran a bastar para volver a tener bajo control los problemas de la zona íntima.
La zona más sensible de la piel es la menos visible: el pubis nos plantea desafíos especiales que puedes dominar con los cuidados íntimos adecuados. Aun a lo largo de la rutina de lavado, la ignorancia puede provocar la propagación de bacterias y, por tanto, irritaciones cutáneas, olores y, en el peor caso, enfermedades genitales. Con los productos de cuidado íntimo adecuados y ciertas reglas esenciales para la higiene íntima, te vas a sentir estupenda en todo instante.

HIGIENE ÍNTIMA PARA LA MUJER

La vagina tiene una mucosa sensible cuya función más esencial es resguardar de bacterias y hongos. Sus asistentes son las llamadas bacterias lácticas. Estas son responsables del medio ácido (valor pH inferior a cuatro con cinco), que dificulta la multiplicación de los agentes patógenos. En consecuencia, la vegetación vaginal está en equilibrio mientras tenga un valor de pH bajo.
Si utilizas jabones perfumados o antibacterianos para la limpieza, pueden cambiar el valor del pH de la vagina y, por consiguiente, dañar la vegetación vaginal. A fin de que las bacterias "malas" no tengan ninguna oportunidad, puedes emplear jabones de pH neutro o lociones lavantes suaves especialmente desarrolladas para la higiene íntima.

UTILIZA ROPA INTERIOR DE FIBRAS NATURALES TRANSPIRABLES

Cambiar de lencería todos y cada uno de los días no hace falta mencionarlo, ya que todos nos cambiamos de lencería de forma regular para eludir los malos olores y sentirnos frescos y cómodos. No obstante, aparte de mudar la ropa interior todos y cada uno de los días, hay otro punto esencial a tener en cuenta: Los materiales de la lencería juegan un papel esencial en nuestro bienestar.
Si son de fibras naturales transpirables y lencería holgada, el sudor se absorbe rápidamente y los malos olores y los gérmenes no tienen ninguna ocasión. Los calzoncillos gastados deben lavarse a sesenta grados en la lavadora. Las fibras sintéticas y los tanguitas demasiado ajustados no son aconsejables.
A propósito, no tiene sentido lavarse más durante el periodo menstrual. Puedes lavarte la zona genital múltiples veces al día, mas debes evitar el uso de substancias agresivas. Cambia las compresas, tampones o copas menstruales cada ocho horas como máximo.

HIGIENE ÍNTIMA PARA ÉL HOMBRE

Demasiados cuidados o demasiado pocos: esto acostumbra a provocar molestias en la zona íntima. Lavarse con demasiada frecuencia reseca la piel y altera el valor del pH. Si se presta poca atención a la zona genital, se favorece la multiplicación de gérmenes y bacterias. La zona íntima masculina merece un cuidado tan esmerado como la femenina.

La piel del glande es en especial sensible. Las substancias de lavado agresivas y alcalinas, como los jabones con un pH elevado, pueden provocar irritaciones cutáneas. Los hombres que no están circuncidados deben adecentar específicamente la zona bajo el prepucio, donde los fluidos anatómicos y los restos crean un caldo de cultivo para los gérmenes. Una loción o espuma de lavado suave con una fórmula calmante para la piel le va a ayudar a adecentar diariamente y le protegerá en frente de las infecciones.

5 CONSEJOS PARA UNA MEJOR HIGIENE ÍNTIMA

  1. Los productos de higiene íntima te ayudan a adecentar la zona genital diariamente pues están especialmente formulados para satisfacer las necesidades de esta zona tan sensible. Descubre aquí qué más debes y qué no debes hacer para tu zona púbica.
  2. Lavarse con demasiada frecuencia destruye la propia barrera protectora de la piel: una vez al día es más que suficiente. Las franelas y las esponjas son ideales para el cuerpo, pero la mano basta para la zona genital externa.
  3. Para eludir los malos olores, debes cambiarte de ropa interior todos los días. El algodón es más transpirable y suave con la piel que los tejidos sintéticos.
  4. Relaciones íntimas seguras: Utiliza un preservativo durante las relaciones íntimas y ve al baño tras las mismas; de este modo evitas posibles bacterias y sencillamente las eliminas.
  5. A lo largo de la menstruación: cambia las toallas y los tampones cada 8 horas como máximo.

Por cierto: afeitarse los genitales es cuestión de gustos y no influye en absoluto en la higiene íntima.

HIGIENE ÍNTIMA DE LA ZONA ANAL

De la zona anal no se habla casi nunca, como si hubiera que proteger la intimidad del cuerpo. Lo que es mucho más importante proteger es la correcta rutina de cuidado de esta zona tan sensible. Las mujeres aprenden a limpiarse de delante hacia atrás ya en la infancia. Aquí te contamos a qué más debes prestar atención:
La piel anal tiene un pH de 5 y, por consiguiente, es algo ácida: la limpieza con jabones normales o geles de baño puede resecar la piel, por lo que debes emplear lociones lavantes suaves.
Lávate regularmente, mas no en demasía.
Cambia de toalla de manera regular.
Evita la fricción.
El papel del váter suave o húmedo es frágil con la piel.

SALUD ÍNTIMA: AYUDA CON LAS MOLESTIAS VAGINALES

Muchas mujeres sufren infecciones recurrentes de la vejiga. La uretra femenina, exageradamente corta, es susceptible de provocar una infección urinaria. Puedes utilizar curas de ácido láctico o cremas íntimas probióticas para regular la acidez de la vagina. Por servirnos de un ejemplo, se aconseja usarlas de manera directa tras mantener relaciones íntimas, ya que el valor del pH del ambiente vaginal se ve perjudicado por el contacto con los dedos y el pene.
Un flujo excesivo, picores y un fragancia observable pueden ser síntomas de hongos o vaginosis. Un análisis de orina da resultados rápidos y puede asistirte a decidir si debes buscar ayuda médica.

CONCLUSIÓN

El dolor, los picores y otras molestias íntimas pueden arruinarnos de manera rápida el día. La higiene íntima es esencial a fin de que tanto las mujeres como los hombres se sientan frescos y preparados para un contacto seguro con su pareja. Con unos hábitos de aseo convenientes y unas relaciones íntimas seguras, se pueden prevenir sencillamente las bacterias y, por tanto, las enfermedades infecciosas.
La zona íntima tiene un valor de pH diferente al de nuestra piel normal y, por lo tanto, necesita un tratamiento diferente.
Las lociones de lavado singulares están diseñadas para la sensible zona púbica y ofrecen una limpieza suave.
Menos es más: lávate la zona genital sólo una vez al día.
Zona tabú ano: Debes cuidar la zona anal con exactamente la misma precaución que la zona genital.

HIGIENE ÍNTIMA DE LA PIEL DESPUÉS DEL AFEITADO ÍNTIMO

Bastantes personas se sienten más cómodas y atractivas con una zona íntima bien depilada, por lo que el afeitado íntimo acostumbra a ser parte miembro del cuidado corporal. Desde determinado punto de vista médico, el afeitado de la zona íntima es totalmente inocuo. Mas, ¿por qué la piel reacciona con frecuencia de forma tan sensible tras el afeitado y por qué acostumbran a aparecer máculas, enrojecimiento, irritación o incluso inflamación?
La razón es que durante la depilación no solo se elimina el vello púbico, sino más bien también las células muertas de la piel. Si las cuchillas de rasurar están demasiado embotadas o los pelos son demasiado largos para la depilación, la piel se ve en especial perjudicada. El resultado: quemaduras por el afeitado, piel seca y con picor, vellos encarnados y granos. Esto es desagradable y, de manera frecuente, no tiene nada de bonito.

LOS PRODUCTOS DE HIGIENE ÍNTIMA INCORRECTOS OCASIONAN IRRITACIÓN

Hombres y mujeres usan de manera frecuente productos inadecuados para y tras la depilación. Desgraciadamente, la crema de rasurar convencional acostumbra a contener olores y otros ingredientes irritantes que pueden irritar la sensible piel de la zona genital. Las pomadas grasas para después de la depilación tampoco son aconsejables, ya que pueden provocar inflamación.
En ocasiones, el afeitado también puede causar lesiones si no se hace con la suficiente suavidad. Así que hay que tener en consideración muchas cosas en el momento de afeitarse los genitales. Evita los granos, las rubicundeces y la irritación al afeitarte la zona íntima.

Estos son los pasos más esenciales para evitar granos, rojeces e irritaciones:

Paso 1: Limpieza

Limpia a fondo la zona íntima con una loción limpiadora para zonas sensibles. De esta forma se eliminan las partículas de suciedad y se absorbe el vello púbico al tiempo. A continuación, aclara bien la loción.
El vapor caliente deja la piel y el vello especialmente suaves y bien dispuestos para el siguiente afeitado. A continuación, aplica un gel de afeitar para pieles sensibles, déjalo actuar a lo largo de unos momentos y ya puedes empezar con la depilación.

Paso 2: Afeitado suave

Si tienes el vello más largo y no te afeitas de manera regular, es una gran idea recortarte el vello antes para evitar que la cuchilla se atasque con el pelo largo. Para evitar que la piel quede atrapada entre las cuchillas, debes tensarla un poco con cada pasada y deslizarte sobre la piel con movimientos suaves. Básicamente, cuanto más afilada esté la cuchilla, más apurado y simple va a ser el afeitado.
Si notas algún desgarro o tirón, es hora de cambiar la cuchilla. A propósito, afeitarse en la dirección del crecimiento del vello asimismo puede asistir a reducir el enrojecimiento. Asimismo es recomendable enjuagar la cuchilla regularmente con agua caliente a lo largo del afeitado para que se deslice sobre la piel de forma óptima.

Paso 3: El cuidado adecuado después del afeitado

Un buen cuidado es especialmente esencial después del afeitado íntimo. Primero aclara la zona íntima con agua fría. Esto refresca y calma la piel y contrarresta las rubicundeces y las manchas. La piel se siente de manera inmediata relajada. También suprime los restos de vello y de gel o espuma de afeitar.
Como último paso, aplique un producto calmante para el cuidado de la piel que no contenga alcohol ni olores. Para ello son singularmente adecuadas las cremas de cuidado íntimo o los geles refrescantes con extractos de aloe u otros ingredientes calmantes. Al aplicar la crema, la piel recupera la hidratación perdida y adquiere una hermosa flexibilidad.